Sucede qué.

Me pregunto. Porque lo que ha sucedido es cierto en el momento exacto en el que sucede pero y después, qué pasa después. Nadie tiene tan buena memoria que no deforme de alguna manera un acontecimiento, ya sea maravilloso o terrible. Sucedió, sí. O eso creo. Porque si no yo no estaría delante de esta foto, porque si no yo no sabría cómo de rico estaba aquel pastel, porque si no yo no podría decir que fue bonito ni que tuvimos tantas ganas de mirar por la ventana. ¿No? ¿O las cosas son lo que son sólo en el momento exacto en el que ocurren y luego pasan a ser otras y ya no son más las cosas que creíamos? ¿Entonces aquel pastel cómo sabía, llovía menos o más ahí fuera, fue tan bonito como para pensar que lo fue? ¿Sucede y después nos dedicamos a deformar lo sucedido hasta que se nos olvida o nos da igual? De lo que ocurre, entonces, qué nos queda. Me pregunto qué queda y si lo que queda es cierto. Que ocurrió así, que ocurrió cómo, que ocurrió.

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